la orilla de aquella playa
solo una corta toalla
el viento hacia danzar
tus fragiles manos hacían
corazones de húmeda arena
seconfundía tu piel morena
tus rizos alegres reían
mirabas el horizonte
buscando un viejo amor
aquel barco a vapor
de vieja caña de monte
que un día te dijo adios
en esa playa risueña
dejandote como dueña
de la mar que hizo Dios...
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