Mujer, mágica y real,
llena de gracia y alegría,
plumaje de pavorreal,
y de sonrisa sombría,
blanca tez , muy blanca,
y presencia angelical,
extiendes tu mano franca,
como diosa celestial,
siempre con elegancia,
y con finura al andar,
no hay en ti arrogancia,
solo un tierno suspirar,
y en tu reino de mil fragancias,
bellas flores que renacen,
son mis anhelos, mis ansias,
son mis sueños que se hacen,
eres un angel, una diosa,
que subito se rendirá,
aquel soy yo que posa,
y de rodillas te pedirá,
que seas mi angel, en mi vida,
que pregnado de ti vivirá...